En esencia es igual que el actual bus híbrido, donde la energía de frenado se recicla y se usa para alimentar el motor eléctrico. Pero, con un nuevo tipo de batería y de equipo de cargado, también será posible cargar la batería en la red eléctrica. El concepto se basa en colocar estaciones de cargado de batería en las terminales de autobuses. Cargando ahí la batería durante diez o quince minutos, se podría alargar significativamente el tiempo que el autobús puede operar en modo eléctrico. Esto supondría una autonomía de hasta diez kilómetros en modo eléctrico, con las ventajas implícitas de tráfico silencioso, libre de emisiones. Así se podría controlar para operar en modo eléctrico en áreas muy pobladas o en zonas particularmente delicadas medioambientalmente, mientras que el motor diesel se puede usar en otras partes de la ruta.
Volvo Buses pretende reducir el consumo de energía en los autobuses urbanos hasta un 65% con respecto a los autobuses diésel actuales. La marca espera tener un prototipo listo para ser probado en 2011. El siguiente paso llegará en otoño de 2012, cuando se lleve a cabo una prueba de campo en Gotemburgo, utilizando tres autobuses híbridos recargables. Los autobuses entrarán en servicio para los pasajeros de la línea 60.
Este proyecto de pruebas de campo se implementará en colaboración con Business Region Göteborg, la Traffic Office in Gothenburg City, Västtrafik and Göteborgs Energi, que serán responsables de las estaciones de carga. Además este proyecto ha sido subvencionado por parte del programa de ayudas a causas medioambientales Life+ de la Unión Europea, con 1.4 Millones de Euros.
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