En este congreso se puso de manifiesto que el transporte público es uno de los ejes principales para que una ciudad inteligente pueda ser realidad, aunque no es el único punto a tener en cuenta.
Las nuevas tecnologías aportarán una gran cantidad de datos útiles para la gestión eficiente de los suministros de la ciudad, la seguridad y también el transporte colectivo, que hoy por hoy es uno de los sectores que más está trabajando en la creación de esas ciudades inteligentes. Motores ecológicos, sistemas de información y comunicación on-line, móvil, tiketing NFC…
Todos los ponentes destacaron que no hay que entender al ciudadano como usuario o cliente de los servicios municipales, sino como el dueño de ellos. Por lo tanto, se le debe una gestión eficiente y sostenible. Y por último, añadieron: las “smart cities” tienen que mejorar la vida de los ciudadanos, no complicársela.