Hasta ahora solo estaban permitidos a bordo los perros-guía como acompañante de personas invidentes. Ahora se aplicará tanto a la EMT de Madrid, como líneas interurbanas y Metro de Madrid. Entre las enfermedades crónicas que justifican la compañía al viajero de un canino adiestrado se encuentran la epilepsia, diabetes, autismo o enfermedades raras.
Los perros de asistencia son capaces de recoger cosas del suelo, apagar y encender luces, avisar con un ladrido, abrir y cerrar cajones y puertas o despertar al dueño.