El Informe 2012 del Observatorio de Energía y Sostenibilidad en España señala que en 2011, el sector energético español consumió 5,85 EJ de energía primaria y emitió 264 Mt de CO2, generando un valor añadido de 20.400 millones de euros (correspondiente a un 2% del PIB).
El consumo de energía en España sigue disminuyendo, debido fundamentalmente a la reducción de la actividad económica. Aumenta el uso del carbón, sobre todo importado, lo que provoca el aumento de emisiones de CO2 y de la dependencia energética del exterior. Las energías renovables continúaron creciendo en términos absolutos, gracias a los biocarburantes y la solar termoeléctrica, aunque su porcentaje de participación desciende con respecto a años anteriores. La intensidad energética sigue en niveles superiores a los europeos.
Otra de las principales conclusiones es que, a pesar de que la movilidad de pasajeros sigue disminuyendo, el transporte sigue siendo el sector que más energía consume, un 26%, y el que más emisiones de CO2 causa, un 28%. Por tanto, este sector sigue siendo prioritario en cuanto al diseño de políticas sostenibles.