¿Puede hacer balance general de dos décadas de trabajo del INSIA?
No han sido únicamente dos décadas de trabajo. Hace 20 años que asistimos a la creación oficial del INSIA por Real Decreto, pero en realidad hay otros diez años de trabajo previo, desde el año 83.
El balance es muy positivo. Hoy, el INSIA es una institución muy consolidada con una importante infraestructura y prestigio internacional en materia de seguridad y tecnología, no sólo en el terreno de autobuses y autocares.
Hay que destacar también la red de relaciones que se ha desarrollado con empresas y organismos del transporte, así como fabricantes y carroceros de vehículos.
En el INSIA trabaja un equipo de 70 personas y se han formado más de 500 graduados de Master y 20 doctores.
¿Cómo ha repercutido en la evolución de autobuses y autocares?
La industria carrocera era muy artesanal y los transportistas pedían todo aquello que les gustaba, incluyendo posición de las puertas o configuraciones interiores porque tan sólo se contaba como normativa aplicable con lo que indicaba el Código de Circulación.
Desde entonces se pueden destacar dos efectos importantes en la evolución del sector: la mejora de la seguridad y el aumento de calidad y competitividad de los productos.
Por un lado, el Reglamento 36, que entró en vigor en los años 80, contenía bastantes principios de seguridad, y despúes, el Reglamento 66 sobre la resistencia al vuelco que reforzó las estructuras de los autobuses y autocares (1993), supuso un gran pasao adelante. Gracias a estas normativas, vimos como se reducía el número de víctimas mortales y heridos graves. El INSIA estaba acostumbrado a realizar estudios de seguridad en los que cada siniestro registraba alrededor de 50 víctimas, mientras que ahora (salvo alguna excepción en la que se podría hablar de máximo 10 víctimas) estamos en torno a una media de una o ninguna.
Por otro lado, si nos referimos a la calidad de los productos, la realidad es que gracias al proceso de industrialización de los productos, empresas tradicionalmente carroceras de España han pasado a ser referentes internacionales y han dado ya el salto al vehículo completo, siendo también fabricantes de prestigio, incluyendo el ámbito de las energías renovables.
¿Cuáles son los principales hitos de la historia del INSIA?
Contar con instalaciones propias nos permitió tener laboratorios muy actualizados y mayor capacidad de servicio.
Desde el punto de vista científico, tenemos abiertas dos importantes líneas de trabajo principales; la parte estructural del vehículo y los estudios de seguridad.
También fue importante la introducción de la línea de investigación de biomecánica aplicada a la protección de los pasajeros, y los estudios en materia de propulsión híbrida y eléctrica.
En el año 1990 creamos el Master en Ingeniería de Automoción que se ha convocado desde entonces de manera ininterrumpida, celebrándose dos de sus ediciones en Buenos Aires. Luego llegaría el Master en Ingeniería de los Vehículos Híbridos y Eléctricos.
Uno de los últimos hitos sería la creación CSEAA, una certificación pionera en materia de seguridad con la que ya se han acreditado grandes empresas del sector del autobús y el autocar.
El equipo del INSIA ha estado presente, antes y despúes de su creación, en grandes iniciativas legislativas como su Borrador de la Directiva Europea de Autobuses y Autocares, del que yo fui ponente en Bruselas, o en la colaboración con las Naciones Unidas para la elaboración del Reglamento 66.
Se publicó el libro “XX años de INSIA”. ¿Qué podemos encontrar en él?
En él se ven los avances del INSIA y sus líneas de investigación, su oferta de formación y servicios tecnológicos para empresas. Se refleja lo que hemos hecho y cómo hemos llegado hasta aquí.
Se pueden encontrar en ese libro opiniones de empresarios, expertos de la Administración y otras instituciones, sus evaluaciones y la visión de futuro del INSIA, con sus líneas estratégicas.
¿Cuales son los proyectos relacionados con el autobús y autocar en los que trabaja ahora el INSIA?
En el terreno de autobuses y autocares nos centramos en principalmente en cuatro líneas de trabajo: nuevos sistemas de propulsión, aligerar las estructuras, vibraciones y fiabilidad de las estructuras por fatiga y la mejora de la aerodinámica.
El medio ambiente está como telón de fondo de dos de esos proyectos, el desarrollo de sistemas de propulsión híbridos y eléctricos y la mejora de la aerodinámica para disminuir los consumos y que el vehículo sea más eficiente. Ahora estamos colaborando en el desarrollo de un autobús urbano eléctrico puro.
El estudio de los materiales es también muy importante para mejorar el peso de los vehículos sin perder resistencia en la estructura.
¿Cuál fue su participación en las “Monografías” de ASEPA?
Las tres primeras eran más generales, pero el cuarto monográfico se centraba en el sector del autobús. Precisamente era una monografía que giraba en torno a nuevos sistemas de propulsión para este segmento. Llevaba por título “La electromovilidad en el transporte urbano colectivo”. En ella aportamos nuestra visión de los diferentes desarrollos tecnológicos actuales en esta materia.
El INSIA es un referente en sus estudios de seguridad vial ¿Cómo han mejorado las cifras de siniestralidad en el segmento del transporte de viajeros por carretera?
Las cifras de siniestralidad para autobuses y autocares ha mejorado notablemente, de hecho sus cifras son más satisfactorias que las logradas en el segmento del turismo. Los autobuses y autocares han conseguido un avance extraordinario, con una mejora acumulada desde hace 15 años de un 5% en el número de víctimas mortales y heridos graves, frente al 4% registrado en el sector de los coches.
¿Qué papel juega el INSIA en la formación de los futuros profesionales del gremio? ¿Cómo están funcionando sus master?
Ya antes de la existencia del INSIA, desde la Cátedra de Tranporte de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid se creó el Grupo de Ingeniería de Vehículos y Transporte, GIVET.
En el año 1990 llegó el Master en Ingeniería de Automoción y despúes el Master en Ingeniería de los Vehículos Híbridos y Eléctricos.
Realmente somos una fuente consolidada de recursos humanos altamente cualificados para el sector de la automoción. La clave del éxito es saber conjugar la formación fundamental académica con la formación más aplicada al mundo empresarial en el que se van a mover esos profesionales. Por ello contamos con 80 profesores que provienen del mundo de la empresa. Tenemos un buen equilibrio entre teoría y práctica.
La mayoría de nuestros alumnos están trabajando en el sector.
El Master en Ingeniería de Automoción es el más antiguo de la Universidad Politécnica de Madrid, quizá porque ha sabido evolucionar. El Consejo Rector está integrado por expertos del mundo de la universidad pero también de la empresa y año tras año se revisan las materias que se imparten y sus contenidos.
Existe una gran colaboración entre el INSIA y empresas públicas y privadas ¿Qué ventajas ofrece este trabajo conjunto?
La colaboración entre INSIA y la empresa privada es total y así debe ser para prestar un buen servicio a la sociedad. La seguridad, el medio ambiente, la calidad son ámbitos que benefician al usuario final de los vehículos, pero igual de importante es ayudar a mejorar los rendimientos de las empresas, que al final son las que crean riqueza para el país. Es importante para el beneficio de la sociedad la colaboración entre Universidad y Empresa.
Año fundación: Oficialmente, 1993, aunque con antecedentes de trabajo durante los diez años anteriores.
Motivo de su origen: Crear un instituto sólido, con un equipo humano de prestigio, un instituto de investigación específico para automóviles con gran especialización en autobuses y autocares. Prácticamente no existía ningún centro de investigación, sí de homologaciones, y menos en el ámbito universiario.
Lugar y fecha de nacimiento: Guadix (Granada) en 1945
Formación: Doctor Ingeniero Industrial
Llegada al sector: Su relación con el sector de la automoción se inicia con su Cátedra de Transporte. En 1982 comenzó su colaboración con el Ministerio de Industria en tareas de reglamentación y de homologación de vehículos. Desde entonces, su experiencia como ingeniero y docente ha estado ligada al mundo del motor. Fue el creador del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) y creador y director del Master en Ingeniería de Automoción.