El vehículo automatizado no solo mejora los resultados de las pruebas, sino que también la pista de pruebas sufre menos desgaste por uso.
El vehículo de pruebas se controla mediante un sistema de navegación por satélite Gracias a sus sensores de cámara y radar, el automóvil podrá reaccionar de manera inmediata ante personas, animales u otros objetos inesperados que haya sobre la vía, incluso sin necesidad de un conductor. El equipo de desarrollo de Uvalde contribuye de este modo a hacer realidad la estrategia Vision Zero de Continental de lograr una conducción sin accidentes.
Los neumáticos de última generación deben probarse en condiciones reales
Uno de los principales desafíos en la fabricación de neumáticos es llevar a cabo pruebas de calidad mientras se utilizan los neumáticos. Los compuestos de caucho y modelos de neumáticos de última generación deben probarse en condiciones reales para comprobar su funcionamiento correcto, por ejemplo, en caminos de grava. Conducir vehículos de pruebas plantea bastantes exigencias a los conductores, ya que incluso las desviaciones más pequeñas en la pista de pruebas pueden tener consecuencias importantes en la calidad y comparabilidad de los resultados de las mismas.
Desde 2016, el equipo dirigido por Thomas Sych, jefe de Pruebas de Neumáticos de Continental, trabaja en la prueba de los neumáticos del futuro en Uvalde. “Queremos automatizar y, de esta forma, normalizar las pruebas de neumáticos hasta tal punto que incluso podamos identificar las diferencias más pequeñas”, señala Sych. “El vehículo automatizado nos permite reproducir procesos con precisión, lo que supone que sean exactamente las mismas condiciones para cada neumático. De esta manera, podemos asegurarnos de que las diferencias en la prueba estén causadas en realidad por los neumáticos y no por el protocolo de ensayo”.
Por este motivo, los ingenieros de Continental ya desarrollaron un automóvil de control electrónico para automatizar las pruebas de neumáticos hace 50 años. En aquel entonces, el vehículo seguía un cable que estaba pegado a la pista, lo que limitaba su uso en pistas de ensayo asfaltadas. El prototipo actual también puede transitar con seguridad por caminos de grava sin conductor.
Además de la comparabilidad de los resultados, mejorada considerablemente, la prueba de neumáticos que utilice vehículos automatizados también reducirá el mantenimiento necesario para las pistas de pruebas. Puesto que el vehículo circula en una vía que cada vez varía algunos centímetros, la pista de pruebas sufre menos desgaste, por lo que requiere un mantenimiento bastante menor.