Nació en Jaca (Huesca) el 20 de enero de 1947. Estudió Oficialía Industrial y Maestría Industrial. La muerte de su padre hizo que se incorporase rápidamente al mundo laboral como bobinador y montador de motores en la empresa Abril a los 15 años. Después llegó su paso por la mili, en los Regulares de Tetuán nº1, “pisando arena”, nos cuenta. La situación de su familia le llevó a trabajar incluso en siete lugares a la vez en diferentes sectores. Esta versatilidad se mantuvo toda su vida. De hecho, uno de los negocios de los que ha sido propietario durante 16 años fue el conocido restaurante Casa Platero.
Nosotros le conocemos por su llegada al mundo del autobús con la empresa BKB (después abrió una nueva etapa del negocio como BQB). La fundó en 1978 junto con otros tres socios. Finalmente, Bretos se convirtió en el único propietario de la compañía durante 24 años. Le atrajo este sector desde que visitó a los carroceros de Arbucies con el padre de uno de sus socios del restaurante, que trabaja en los suelos de los autobuses. José Luis recordó los años en los que apenas podía leer sus apuntes en el autobús por falta de luz y entendió todas las posibilidades que ofrecía el sector. Fue pionero en la instalación en nuestro país de luces fluorescentes en el interior de los autobuses, después los letreros de parada solicitada y luego pasó a la iluminación de los carteles de destino que fuero transformándose: desde los fluorescentes tras los carteles de plástico que indicaban la línea (que luego desarrolló con un sistema de giro con manivela, para no tener cambiarlos manualmente), a los letreros dot, los dot-led y los led actuales.
Las primeras unidades las entregó en Badalona y Barcelona. Afirma que fue “muy costoso tanto por el trabajo que llevó como por el dinero que gastamos.” BKB fue “la única empresa que fabricaba sus letreros en España, primero en Barcelona y luego en Esplugas de Llobregat”, nos afirma.
Y como comentábamos al principio, este no fue ni mucho menos su inicio en el mundo industrial. Pocos saben que antes del sector del autobús, durante bastantes años, su empresa fue un referente en sistemas de interfonos para mamparas de seguridad en bancos y hospitales, así como máquinas de detección de billetes falsos para bancos y comisarias. Y también sistemas de seguridad para las entidades bancarias.
Y también pocos conocer una de sus grandes aficiones, la restauración de juguetes de madera y radios antiguas. En mercadillos y subastas ha sido capaz de recopilar 215 radios que ahora, tiene la intención de reparar y recuperar. El conoce bien la parte electrónica de estas bellas radios y su esposa es experta en restauración de la madera.
Este es uno de los primeros proyectos que José Luis Bretos tiene en mente para disfrutar de su jubilación, que se ha producido el 31 de diciembre de 2021. Hablando con él vemos al mismo niño de 15 años que comenzó a trabajar y que 60 años después quiere seguir jugando con la tecnología.
